Automated Market Makers y la implementación óptima para CBDCs

Matías Gleser

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2023 - Trabajo ganador del segundo puesto (compartido) del Premio Anual de Investigación Económica “Dr. Raúl Prebisch” (Estudiantes universitarios). Resumen: La creación de Bitcoin en el año 2008 probó la posibilidad de crear dinero virtual respaldado solo por la confianza en el algoritmo de emisión y no en una autoridad monetaria central. Además, la tecnología blockchain para el registro de transacciones se popularizó y generó innovaciones en su aplicación. La mayor de las ya mencionadas innovaciones llegó con Ethereum en el año 2014, una blockchain que no solo soportaba a su criptomoneda (Ether) sino también la creación de contratos inteligentes. Los contratos inteligentes en Ethereum encontraron rápidamente aplicaciones en la creación de criptomonedas estables o Stablecoins y posteriormente mercados descentralizados para el intercambio de criptomonedas. Estos mercados descentralizados se encontraron con el problema de no poder replicar los mecanismos utilizados en el sistema financiero tradicional, en particular el libro de órdenes, y tuvieron que recurrir a algoritmos en la búsqueda de soluciones. De esta búsqueda surgieron los hacedores de mercado automatizados (en adelante AMMs por Automated Market Makers) capaces de proveer liquidez a un precio fijado de forma algorítmica. Con posterioridad, múltiples tipos de AMMs fueron diseñados, cada uno con propiedades particulares, en el intento de proveer la solución definitiva al intercambio anónimo en sistemas sin autoridad central. A la par del crecimiento y la llegada al público masivo de las criptomonedas y las aplicaciones para las mismas basadas en la tecnología blockchain, los gobiernos del mundo y en particular sus bancos centrales comenzaron a explorar la posibilidad de basar sus economías en las llamadas Monedas Digitales de Bancos Centrales (en adelante CBDCs por Central Bank Digital Currencies). El presente trabajo tiene como objetivo exponer los principales tipos de algoritmos puestos en funcionamiento, remarcar algunas de sus propiedades y finalmente proponer el uso de una implementación particular para las monedas virtuales de los bancos centrales que permita un cierto grado de libertad en la determinación de la política monetaria, en particular en lo que refiere a la política cambiaria.