Cómo ahorrar en 5 pasos

Te proponemos cinco pasos y algunas ideas para aprender a ahorrar, porque queremos que puedas ahorrar más y mejor y cumplir con tus objetivos de ahorro.

Estos pasos son una guía que armamos partir de las respuestas obtenidas en las pruebas piloto administradas hasta ahora en el marco del programa "Aprendiendo a ahorrar".

solo el 17% alcanza el objetivo de ahorro

1. Registrá tus gastos

Para ahorrar no necesitás grandes sumas de dinero. Al tratarse de un hábito, es algo que se va incorporando a nuestra conducta.

Idea | Llevando un diario de gastos podés descubrir los gastos hormiga: una gaseosa, un alfajor que podríamos haber evitado, o un taxi que podríamos haber reemplazado usando el transporte público.

¿Qué son los gastos hormiga?

Son gastos que realizamos sin darnos cuenta, pero sobre todo sin preguntarnos si podemos posponerlos, reemplazarlos o suprimirlos. Esos pequeños gastos por impulso que parecen imperceptibles y se llevan buena parte del ingreso todos los meses: comidas al paso, un helado o golosinas son sólo algunos de los rubros que, poco a poco, disminuyen nuestra capacidad de ahorro.

tiempo de ahorro

¡Importante!

Lo que popularmente se conoce como tener la plata en el colchón es un tipo de ahorro en efectivo. Son billetes y monedas, que si bien son nuestros, no tienen nuestro nombre y, si otro lo lleva o se pierden, de alguna forma dejan de ser nuestros. Esta plata no paga ningún interés ni se actualiza. Por eso, las alternativas de ahorro en el sistema financiero son mejores opciones para formar hábitos de ahorro que nos permitan concretar nuestras metas.

2. Elaborá un presupuesto

Para armar el presupuesto es preciso registrar todos los ingresos que vamos teniendo y proyectar los ingresos y gastos, en base a lo que observamos y lo que esperamos que ocurra a futuro.

los jóvenes y el presupuesto

3. Planificá y establecé objetivos

Es importante saber para qué queremos ahorrar y calcular cuánto tiempo tomará alcanzar los objetivo que nos proponemos. Con una meta es más fácil.

Idea | Organizate y establecé un plan de cumplimiento,con plazos para poder estimar cuánto tiempo te llevará lo que querés lograr. Usar una planilla de cálculo o una herramienta de visualización te permitirá identificar el tiempo necesario, identificar dificultades y descubrir oportunidades.

principales objetivos de ahorro

4. Tomá decisiones según tus prioridades

Saber elegir para cumplir con nuestras metas es un gran desafío, ¡pero si lo superamos tenemos gran parte del asunto resuelto! Por eso es importante prestar atención a la toma de decisiones. ¡Cambios pequeños, casi invisibles, nos pueden ayudar mucho!

Idea | Antes de hacer un gasto, hacete muchas preguntas: cómo te hará sentir destinar ese dinero a esa compra, si podés posponerla o si es necesario hacerla ahora, si reemplaza otro gasto o si más adelante implicará otros gastos en repuestos o mantenimiento, entre otros ejemplos.

5. Usá estrategias de ahorro-inversión en el sistema financiero

Para facilitar el hábito de ahorro y el registro de gastos e ingresos, dentro del sistema financiero podemos usar las alternativas que nos permiten ahorrar desde chicos.

En algunos casos, permiten también usar medios de pago asociados a las cuentas bancarias como las tarjetas de débito, ir familiarizándonos con los cajeros automáticos y comprar por internet o con el teléfono celular.

Ciertas cuentas bancarias también funcionan como una inversión, que permite cuidar los ahorros de la inflación y disponer de ese dinero cuando cumplimos 18 años. En algunos casos se puede obtener adicionalmente el pago de una tasa de interés que permite que los ahorros se incrementen.

intéres de ahorrar en un banco

Ahorrar vs. invertir

Ahorrar es separar una porción de dinero para usarlo en el futuro, no gastarlo ni consumirlo hoy.

Invertir es destinar dinero (por ejemplo, los ahorros) a instrumentos que puedan generar alguna ganancia o rendimiento a cambio de asumir un riesgo. A esta ganancia la llamamos interés.

Ahorrar nos permite alcanzar objetivos a corto y mediano plazo. Por lo general las cuentas bancarias tienen rendimientos menores que las inversiones (por ejemplo, una caja de ahorros paga mucho menos tasa de interés que un depósito a plazo fijo) mientras que las inversiones tienen mayores rendimientos y, por ende, muchas veces son utilizadas para alcanzar objetivos de largo plazo a costa de asumir mayores riesgos.