Política Monetaria
Informe Monetario Mensual
Mayo
2018
Publicado el 06 Jun 2018
Informe mensual sobre la evolución de la base monetaria, reservas internacionales y mercado de divisas.
Síntesis
Durante el mes de mayo el Consejo de Política Monetaria del BCRA adoptó un conjunto de medidas para afrontar la turbulencia financiera ocasionada por el endurecimiento de las condiciones de financiamiento globales, al que se sumaron algunos factores locales. Ante la dinámica disruptiva que mostró el mercado cambiario y la significativa depreciación del peso respecto de las monedas de los demás países emergentes subió 975 puntos básicos (p.b.) la tasa de política monetaria, llevándola hasta 40%. A su vez, amplió el ancho del corredor de pases y elevó la tasa de los pases activos de 7 días a 47%, mientras que los pases pasivos del mismo plazo comenzaron a operarse a 33%. Adicionalmente, vendió divisas en el mercado spot y comenzó a operar en el mercado de futuros de dólar.
El Banco Central continuó operando en el mercado secundario de LEBAC, realizando compras y ventas, alentando la adecuación del resto de las tasas de interés a las de referencia. Asimismo, a partir de mayo comenzó a realizar operaciones de canje de LEBAC con el objetivo de alargar el plazo promedio de la cartera en circulación, rescatando parte de la especie con vencimiento en junio y emitiendo las de mayor plazo.
La mayoría de las tasas de interés del mercado monetario se adecuó a los nuevos niveles de referencia del BCRA: mientras que las de los mercados de préstamos interfinancieros continuaron ubicándose dentro del corredor, entre las pasivas las que reaccionaron en mayor medida fueron las del segmento mayorista. La BADLAR y la TM20 de bancos privados finalizaron el mes en 30% y 31,1%, con aumentos de 7,2 p.p. y 8,1 p.p., respectivamente. A su vez, la tasa pagada por los depósitos a plazo ajustables por UVA de 90 días promedió 4,4% en mayo.
La venta neta de dólares del BCRA tuvo como contraparte al sector privado no financiero, que empleó para ello parte de su stock de LEBAC. Principalmente, los que disminuyeron sus activos emitidos por el BCRA fueron los fondos comunes de inversión de renta fija cuya cartera está invertida principalmente en estos títulos y que afrontaron rescates de sus cuotapartes en el período y los tenedores que no son residentes en el país. De este modo, a pesar de la mayor demanda de divisas, los depósitos a plazo en pesos del sector privado aumentaron tanto en términos nominales (4%) como al considerar los saldos desestacionalizados y en términos reales (1%).
Los depósitos a plazo en UVA aceleraron su tasa de crecimiento, especialmente en el segmento minorista. Cabe recordar que a partir de los últimos días de abril se redujo el plazo mínimo de concertación para este tipo de depósitos, de 180 a 90 días. Ésta modificación y la creciente disponibilidad de plataformas para pactarlos por vía electrónica contribuyeron a su avance. Si bien aún representan una proporción reducida de los depósitos a plazo, su crecimiento está muy por encima del resto de las colocaciones. Al término de 2017 el saldo de los depósitos a plazo denominados en UVAs era $2.200 millones y a fines de mayo alcanzó a $12.400 millones. En mayo los depósitos de menos de $1 millón aumentaron 64%, cuando durante el primer cuatrimestre del año presentaron un crecimiento mensual promedio de 12%.
En términos reales y ajustados por estacionalidad, el saldo de los préstamos en moneda local aumentó 0,8% en el mes y su variación interanual se ubicó en 20,4%. La línea de préstamos hipotecarios fue la que concentró la mayor parte del aumento total, al crecer 5,7% en términos reales y ajustados por estacionalidad. En términos nominales, los hipotecarios crecieron 7,5% ($12.700 millones) en mayo, acumulando un aumento interanual de 160%. El financiamiento en UVA siguió representando más del 90% de los préstamos a personas físicas. Desde el lanzamiento de este instrumento, se han otorgado aproximadamente $111.750 millones de préstamos hipotecarios en UVA.
Para facilitar la administración de liquidez de las entidades financieras frente al escenario de turbulencia comentado, se dispuso un período trimestral –de mayo a julio– para la integración de encajes en pesos y se eliminó el requisito de integración mínima diaria para mayo. No obstante, dado que la volatilidad que se observó en el mercado cambiario no tuvo impacto sobre los depósitos en pesos, la liquidez bancaria se mantuvo en más del 40% de los depósitos, aunque con un cambio en la composición, en favor de las LEBAC y en detrimento de las LELIQ y los pases.



