Objetivos y Planes 2026

lunes, 29 de diciembre de 2025
El Directorio del BCRA aprobó, como indica el artículo 42 de la Carta Orgánica, sus lineamientos anuales del desarrollo de las políticas monetaria, financiera, crediticia y cambiaria.

Objetivos y Planes para 2026

Durante el 2026, el BCRA desarrollará sus políticas guiado por los objetivos principales del programa de estabilización económica: avanzar en el proceso de desinflación, extender el horizonte de estabilidad financiera y sentar las bases para un crecimiento económico sostenido. Los avances logrados desde 2024, en coordinación con el Tesoro Nacional, permitieron eliminar la dominancia fiscal y financiera, resolver el exceso de liquidez monetaria (overhang) heredado y sanear el balance del BCRA.

La flexibilidad en el mercado cambiario y en el de tasas de interés incorporados en 2025, sumados a los sólidos fundamentos del programa económico, el fuerte apoyo de la comunidad financiera internacional y la credibilidad construida en torno a la política económica han permitido ampliar el horizonte de planificación macroeconómica y crear condiciones favorables para avanzar hacia una nueva fase. Esta etapa del programa, caracterizada por la perspectiva de la re-monetización de la economía, compatibiliza el sostenimiento del crecimiento económico con la estabilidad de precios y el fortalecimiento de las reservas liquidas del BCRA. De esta manera la política del BCRA balanceará dos objetivos: mantener el equilibrio monetario domestico consistente con una reducción sostenida de la inflación y mostrar progreso adicional en el equilibrio externo, fortaleciendo el balance del Banco Central mediante la acumulación de reservas internacionales.

La eliminación previa de los pasivos remunerados del Banco Central (dominancia financiera) y los bajos niveles de monetización de la economía constituyen condiciones iniciales que otorgan un amplio margen de acción para la consecución de estos objetivos. El monitoreo y control de agregados monetarios será crucial en esta próxima etapa de remonetización. En la misma, la oferta monetaria acompañará la recuperación de la demanda de dinero, priorizando su abastecimiento a través de la acumulación de reservas internacionales. A tal efecto, el BCRA ha señalado que pondrá en marcha un programa de compra de reservas internacionales preanunciado a partir del 1 de enero de 2026.

Ese programa será consistente con la evolución de la demanda de dinero y la liquidez del mercado de cambios. En el primer caso, el BCRA mantendrá un sesgo en su política monetaria que evite esfuerzos sostenidos de esterilización mientras la demanda de dinero evolucione conforme a lo esperado.  En cuanto a la liquidez cambiaria, inicialmente, el monto de ejecución diaria estará alineado con una participación del 5% del volumen del mercado de cambios. De manera complementaria, el BCRA podrá concretar compras en bloque que de otra manera podrían afectar el buen funcionamiento y la estabilidad del mercado.

Central a este proceso será el proceso paralelo de recuperación del acceso a los mercados internacionales de deuda para refinanciar los vencimientos de capital del Tesoro Nacional. Ese proceso, junto al crecimiento de financiamiento en el mercado externo de las empresas permitirá que el flujo de compra de reservas, en esta oportunidad, se traduzcan en un aumento del stock de las reservas internacionales del BCRA, toda vez que estas no deban emplearse para atender vencimientos de capital e intereses.

La calibración de la política monetaria se realizará en función de la evolución de la inflación, su relación con el nivel de actividad y las condiciones financieras que determinan la demanda de dinero. Mientras la inflación observada se mantenga por encima de la inflación internacional, el BCRA mantendrá un sesgo monetario contractivo respecto de la trayectoria de la demanda de dinero estimada en su Programa Monetario para 2026.

Para administrar la cantidad de dinero derivada del programa de compra de reservas, el BCRA seguirá utilizando herramientas convencionales y prudenciales: operaciones de mercado abierto y operaciones con compromiso de recompra. Estas últimas operaciones de repo pasivas con entidades financieras serán pactadas diariamente a la tasa de interés definida por el BCRA, tomando como referencia los niveles observados en el mercado secundario de LECAPs. La ventanilla de pases activos permanecerá vigente con las restricciones que aplican en la actualidad en cuanto al monto y plazo disponibles. La tasa de interés sobre las operaciones de pases activos será fijada por el BCRA aplicando un premio sobre la tasa observada en el mercado secundario de LECAPs de corto plazo.

En cuanto al régimen cambiario, el mercado de cambios continuará operando bajo un régimen de flotación entre bandas. A partir del 1 de enero de 2026, el techo y el piso de la banda de flotación cambiaria evolucionarán cada mes al ritmo correspondiente al último dato de inflación mensual informado por INDEC (es decir con rezago de dos meses, t-2). Las bandas de flotación cambiaria seguirán cumpliendo la función de limitar el riesgo de movimientos extremos y abruptos en el tipo de cambio.

Por otra parte, el BCRA continuará avanzando con el proceso de normalización de la política de encajes bancarios, reconociendo su impacto sobre el equilibrio monetario y la intermediación financiera. Cualquier modificación se llevará a cabo de manera consistente con la estabilidad de precios y con la recuperación del crédito.

Con el objetivo de fortalecer la transparencia y la comunicación del esquema monetario, el BCRA retomará la publicación de su Informe Trimestral de Política Monetaria, comenzando en el mes de enero con el correspondiente a diciembre de 2025. Esta publicación presentará sistemáticamente el análisis del BCRA sobre la coyuntura económica nacional e internacional, sobre la dinámica inflacionaria y sus perspectivas, y explicará en mayor detalle las decisiones de la política monetaria. Adicionalmente, profundizará el análisis de temas específicos de complejidad técnica, profundizando el análisis cuantitativo que facilite un mayor entendimiento de la evolución de la política monetaria y su relación con el equilibrio general macroeconómico y la formación de expectativas económicas del sector privado.

A medida que se avance en los objetivos de este nuevo año, en un marco de consolidación del equilibrio fiscal, se espera que la transición hacia una economía menos regulada y con mayor previsibilidad se beneficie de la implementación de un conjunto de reformas estructurales. Entre estas se destaca el potencial de modernización laboral, reducción de la carga de cumplimiento tributario y la configuración de instituciones económicas más sólidas. De aprobarse tempranamente, estas reformas podrán darle un significativo impulso a la productividad en 2026. En dicho contexto no solo se espera que contribuyan a un crecimiento económico sostenido liderado por la inversión privada y la creación de nuevos empleos, sino que además incidan para consolidar el proceso de estabilidad doméstica y fortalecimiento externo de la economía.

El fortalecimiento de la confianza en el peso y la flexibilidad para la utilización del dólar facilitará el desarrollo de una competencia plena entre monedas. De esta manera, se podrá esperar que la intermediación financiera con el sector privado siga ampliándose tanto para sectores no-transables como transables. Junto con el avance de la inversión en el marco del RIGI, se espera que la mayor intermediación contribuya a la capacidad de expansión de la actividad económica.

A fin de preservar las condiciones de estabilidad financiera, durante el próximo año el BCRA continuará calibrando su política macro- y micro-prudencial para adaptarla a las particularidades del contexto local, en línea con las mejores prácticas internacionales en la materia. En la medida que se observen progresos en el fortalecimiento del equilibrio en el mercado cambiario y un acceso fluido a mercados externos por parte del Tesoro, BCRA podrá considerar oportuno continuar flexibilizando las restricciones cambiarias que persisten sobre stocks de dividendos y pago de deudas comerciales previas al 2023.

Durante 2026, el BCRA propiciará la consolidación de los desarrollos recientes en materia de instrumentos de pago, a la par de seguir diseñando e implementando nuevos mecanismos electrónicos que brinden un entorno seguro para los pagos de familias y empresas, redundando en una mejor experiencia y menores costos de transacción para las personas y empresas usuarias del sistema.

En el marco del programa Transferencias 3.0, se seguirá trabajando para reducir la incidencia del fraude en los pagos instantáneos, al tiempo de avanzar en la consolidación de la interoperabilidad de las herramientas disponibles. Asimismo, se analizarán nuevas modalidades de Pagos con Transferencia (PCT) para operaciones on line, con el fin de ofrecer soluciones más seguras y eficientes.

Por su parte, se continuará monitoreando la implementación de la interoperabilidad de los pagos con tarjetas tanto en pesos como en dólares estadounidenses, propiciando un funcionamiento homogéneo y transparente de la competencia de monedas en todo el ecosistema local de pagos.

El BCRA también continuará promoviendo la utilización de instrumentos electrónicos como el plazo fijo, el cheque y la factura de crédito electrónica, como alternativas complementarias de aquellas en papel. En particular, se impulsarán medidas que propicien una mayor adopción del ECHEQ en reemplazo del cheque físico, y se monitoreará tanto el desarrollo del mercado de ECHEQ en dólares como el desempeño de las transferencias inmediatas y diferidas que involucren cuentas a la vista en esa denominación.

Por su parte, se continuarán incorporando mejoras en la factura de crédito electrónica MiPyME (FCEM), fortaleciendo su rol como herramienta de pago y financiamiento para las pequeñas y medianas empresas.

En otro orden, a lo largo de 2026 se avanzará en el diseño y eventual implementación de un instrumento de cobro de cuotas de préstamos canalizados a las familias, que pueda ser utilizado tanto por proveedores no financieros de crédito como por entidades financieras. En su diseño se tendrá en cuenta la experiencia obtenida en años recientes y productos similares utilizados en otros países, incorporándose medidas de seguridad necesarias para evitar los episodios de abuso que se observaron en el pasado.

En línea con las medidas tomadas a fines de 2025, se seguirá avanzando en la búsqueda de una mayor eficiencia en las garantías que las entidades financieras integran en favor de la CEC-BV, simplificando procesos y optimizando el uso de los recursos.

En paralelo, se ampliará la información a disposición del BCRA sobre los medios de pago en Argentina, trabajando en mejoras de eficiencia y seguridad en la recepción y el manejo de los datos utilizados. Esto permitirá seguir reforzando la fiscalización del funcionamiento del sistema nacional de pagos, promoviendo el cumplimiento de la normativa aplicable.

De esta manera, a lo largo de 2026 el BCRA mantendrá el acompañamiento para la implementación de las diferentes políticas públicas impulsadas por el Gobierno Nacional que se reflejen en el sistema nacional de pagos, avanzando así en el desarrollo de un ecosistema de pagos plenamente interoperable, digital y confiable, capaz de responder a las necesidades de usuarios, comercios y entidades financieras en un entorno bimonetario cada vez más dinámico y eficiente.

Por último, en 2026 el BCRA continuará avanzando en la implementación del Sistema de Finanzas Abiertas, a través de la conformación de grupos técnicos para la delineación de la infraestructura necesaria y buscará consolidar y profundizar sus programas educativos, utilizando el Campus BCRA para extender su alcance a las distintas provincias y a nuevos públicos.

Objetivos y Planes 2026 (PDF)

Compartir en: