Invitamos a leer la nueva nota de Ideas de Peso, el espacio en el que los economistas que trabajan en el BCRA comparten su opinión:
Existen numerosos canales a través de los cuales la reducción de la tasa de inflación tiene efectos positivos de largo plazo sobre el crecimiento económico. Uno de los más importantes es la menor incertidumbre. Toda decisión económica involucra tiempo. Pensemos por ejemplo en un contrato de alquiler, o en la demanda de un préstamo hipotecario. Naturalmente, cuanto mayor sea el tiempo asociado con una decisión económica, mayor la incertidumbre sobre sus resultados. En contextos inflacionarios, tal incertidumbre se ve exacerbada. Esto se debe a que en economías que experimentan procesos inflacionarios se verifica un incremento en la dispersión de los precios relativos. De esta manera, cuestiones tales como la evaluación de los costos de reposición de un determinado bien, o la evolución de los costos de un determinado proceso de producción, se tornan particularmente difusas, y con ello se dificulta la toma de decisiones económicas. Como corolario, en contextos inflacionarios muchas decisiones que atañen plazos medios y largos –típicamente la inversión y el crédito de largo plazo– no se llevan a cabo. En otras palabras, la inflación elevada acorta la estructura contractual de la economía, afectando negativamente la tasa de crecimiento de largo plazo.
Ahora bien, más allá de los evidentes efectos positivos de la desinflación sobre la economía en el mediano y largo plazo, una pregunta recurrente atañe a las consecuencias que la reducción en la tasa de inflación tiene sobre el nivel de actividad en el corto plazo. Un importante canal a través del cual una menor tasa de inflación resulta expansiva en el corto plazo es a través de los efectos redistributivos. Las familias de menores ingresos son aquellas que menos posibilidades tienen de proteger sus recursos de la pérdida del poder de compra que implica una tasa de inflación elevada. Es decir, la incidencia del impuesto inflacionario es mayor en los deciles de ingreso bajos. De esta manera, la reducción de la tasa de inflación incrementa el poder de compra de aquellas familias con mayor propensión marginal al gasto, con el consecuente efecto expansivo sobre la demanda.
20 de abril de 2017