Política financiera y crediticia

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) buscar asegurar la estabilidad y desarrollo del sistema financiero, así como la inclusión financiera, entendiendo que es la senda óptima para contribuir con el objetivo último de su tarea: el desarrollo económico con equidad social.

Estabilidad financiera

Para promover la estabilidad del sistema financiero, entre otros instrumentos, el BCRA ejerce sus facultades de regulación prudencial y de supervisión de las entidades, lleva adelante un sistema de seguro de depósitos y cumple la función de provisión de liquidez de última instancia. Asimismo, el BCRA monitorea al sistema financiero y al sistema de pagos atendiendo a la identificación de eventuales riesgos sistémicos y adoptando acciones destinadas a prevenirlos o mitigarlos. En este marco, a través del Informe de Estabilidad Financiera, el BCRA informa al público sobre la situación del sistema financiero, las iniciativas tendientes a su desarrollo y la evaluación de su estabilidad. El BCRA también publica información individual y agregada sobre el estado de situación de las entidades financieras.

Inclusión financiera

El Banco Central encamina gran parte de sus acciones a lograr la inclusión financiera de todos los argentinos. Como parte de esta estrategia, el BCRA adopta medidas para disminuir el costo de bancarizarse y potenciar los beneficios de estar bancarizado. El 21 de marzo de 2016 dispuso que todas las cajas de ahorro sean gratuitas, incluyendo el uso de su correspondiente tarjeta de débito. Además, reguló la gratuidad de las transferencias de personas físicas sin límite de monto y elevó a $250 mil el monto a partir del cual pueden cobrarse las transferencias de empresas.

Adicionalmente, el Banco Central busca extender la cobertura del sistema financiero, para que todos los argentinos puedan tener los beneficios de la bancarización.

Por ejemplo, en junio de 2016 simplificó el proceso de autorización para la apertura de sucursales, redujo exigencias edilicias para las zonas de menor densidad poblacional, permitió a todos los bancos usar sucursales móviles y creó la figura de dependencia automatizada.

Por último, la línea de financiamiento para la producción y la inclusión financiera (LFPIF) es un instrumento para promover el financiamiento a micro, pequeñas, y medianas empresas por parte de las entidades financieras, reglamentando que deben orientar una fracción mínima de sus depósitos a créditos para estas empresas.

La política de inclusión financiera se complementa con una política de educación financiera y se potencia con otras medidas para mejorar el funcionamiento del sistema financiero, de manera que se incrementen los beneficios de estar bancarizado. Tales son las políticas de modernización y competencia así como la creación de instrumentos de ahorro y crédito de largo plazo como son las Unidades de Valor Adquisitivo.

Modernización y competencia

El BCRA regula y promueve la competencia en el sistema financiero, para que sus costos sean bajos y transparentes para los usuarios y contribuyan a la productividad y a la competitividad de la economía.

Desde abril de 2016, el BCRA publica información sobre los precios de los principales productos bancarios en los principales bancos, para que los clientes bancarios puedan compararlos. Los bancos, además, deben notificar a sus clientes antes de modificar sus precios e informarlos en ese mismo momento sobre los precios de su competencia.

Unidad de Valor Adquisitivo (UVA)

En abril de 2016 Banco Central de la República Argentina dispuso la implementación de una nueva modalidad de ahorro y de préstamos con el potencial de cambiar radicalmente el acceso a la vivienda para las familias argentinas. Con esta iniciativa, el BCRA apunta a fomentar el desarrollo con equidad social, uno de los mandatos de su Carta Orgánica (*).

Los instrumentos bajo esta nueva modalidad están denominados en Unidad de Valor Adquisitivo (UVA). El valor inicial de una UVA al 31 de marzo de 2016 se fijó de manera tal que fuera equivalente a la milésima parte del costo promedio de construcción de un metro cuadrado testigo, basado en las cifras conocidas para inmuebles de diverso tipo en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Salta y zona del Litoral (Santa Fe de la Vera Cruz-Paraná), ponderados por población. Como este metro cuadrado testigo se ubicaba en $14.053, el valor inicial de la UVI fue de 14,053 pesos (14 pesos con 53 milésimos).

El valor de la UVA se actualiza diariamente por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), basado en el índice de precios al consumidor. El índice de precios al consumidor tiene una altísima correlación con el costo de la construcción, pero sufre menor volatilidad. De este modo, 1000 UVA alcanzarán aproximadamente para construir 1m2 testigo en cualquier momento futuro. El valor diario de la UVA se publica en la página web del Banco Central, junto con las principales variables.

La habilitación del ahorro en UVA pone al alcance de las familias argentinas un instrumento de ahorro protegido de la inflación, similar al ahorro “en ladrillos” pero accesible a todas las familias independientemente de su poder adquisitivo.

La habilitación del mercado de crédito en UVA tiene el potencial de multiplicar el acceso a créditos hipotecarios, hoy reducidos a alrededor de una centésima del PIB. Una gran ventaja de esta modalidad de crédito es que hace posible cuotas sensiblemente más accesibles que las de un crédito tradicional, especialmente al principio.

(*) El 15 de septiembre este BCRA dispuso el cambio de denominación de este instrumento, anteriormente llamado Unidad de Vivienda, por Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), tal como se informa en el Comunicado de Prensa difundido oportunamente.