703;#Perry Mehrling
2015-06 - La crisis financiera global ha dejado en claro la necesidad de un respaldo de última instancia para el nuevo sistema emergente de crédito basado en el mercado. En tiempos normales el banco central respalda al mercado, y sólo en tiempos de crisis se convierte en el mercado. Asumir esta nueva responsabilidad inevitablemente implica asumir también la responsabilidad de garantizar la robustez del sistema de operadores privados por medio de la regulación y supervisión, para reducir la probabilidad de que sea necesario contar con el respaldo de última instancia. La discusión sobre el rol de los bancos centrales comúnmente distingue tres áreas de responsabilidad: prestamista de última instancia, regulación y supervisión, y política monetaria para la estabilización macroeconómica. Por lo tanto, es lógico organizar la tarea de reimaginar preguntándonos de qué manera la globalización financiera emergente desafía la función de los bancos centrales en cada una de estas tres dimensiones. Reimaginar la tarea de los bancos centrales es un desafío técnico que requiere un compromiso sostenido con las realidades institucionales de los mercados monetarios modernos, tanto a nivel local como internacional. Pero también es un desafío de economía política porque implica reimaginar la interrelación que existe entre la asistencia del banco central y el sistema de operadores privados, así como la interrelación entre el interés monetario y el interés público, y también entre el interés público nacional y el global.