El presidente del BCRA destacó ayer en el evento que “La reinauguración de la Casa Matriz del Banco Ciudad representa el concepto de modernidad, el concepto de transparencia, el concepto del respeto por lo viejo y esta idea de hacer las cosas en serio, todos símbolos de la Argentina que queremos”.
Presentamos aquí el discurso completo:
Gracias Presidente del Banco Ciudad, Javier Ortiz por invitarme a esta inauguración. Gracias Jefe de Gobierno Horacio Rodriguez Larreta por habernos convocado hace muchos años a este proyecto que creo tiene que ver con esto que estamos viviendo hoy. Voy a ser muy breve. Quiero hacer primero un reconocimiento y después hablar de cuatro símbolos que creo que representa esto que estamos inaugurando hoy.
El reconocimiento es al equipo de gente que logró hacer esto. Porque uno a veces desde la dirección puede tener una idea, decir “vamos para acá”, pero “del dicho al hecho hay mucho trecho”. Después hay que hacer las cosas, las cosas se tienen que concretar. Y acá hubo un equipo de gente que logro concretar este proyecto, sobre todo me refiero en este caso al equipo de obras. Yo digo que son como héroes anónimos de la gestión, esos que a veces no están visibles, no aparecen en una placa, pero que son los verdaderos artífices de todo esto. Así que vaya si merecen un reconocimiento él y todo su equipo.
Vayamos ahora a los cuatro símbolos. El primero símbolo es el del futuro. Quiero por un momento que reflexionemos sobre lo que ustedes están viendo acá. Hoy estamos en una sucursal que perfectamente podría haber sido diseñada hoy. Esto “es” una sucursal de hoy. Pero no es de hoy. Tiene 50 años. Entonces ¡vaya!, que alguien haya hecho hace 50 años algo que parece moderno hoy. ¡Vaya si representa la modernidad! Cuando ellos diseñaron esta sucursal hace 50 años hasta diseñaron los escritorios. Y los escritorios no tenían cajones. Porque un banco tiene que ser sin papeles. En 2008, cuando convocamos al mismo equipo (en ese momento era como que les pedíamos a los Beatles que vuelvan a tocar), les dijimos: la verdad es que ustedes hace 50 años pensaron una sucursal sin papeles, nos llevó 50 años pero llegamos. Ahora sí tenemos un banco sin papeles. Ahora tenemos que renovar y poner bien esta sucursal para que llegue adonde ustedes ya habían visto con 50 años de anticipación. Vaya si eso es impactante, es interesante, es divertido y está buenísimo.
El segundo símbolo que quiero resaltar es el de la transparencia. Fíjense lo que es la transparencia en este ambiente. La transparencia acá tenía un condimento bastante exótico, que no se ve de acá donde estamos parados, que es la bóveda. Los que proyectaron este edificio tuvieron la idea de que para que un banco sea transparente se tenía que mostrar el dinero. Entonces la bóveda se tenía que ver desde la calle. Esto no se había probado nunca en el mundo. Y además se hizo una bóveda onda pop, que me disculpen los arquitectos si por ahí no estoy interpretando bien, porque es naranja flúo. Esa transparencia es confianza, esa transparencia es decir la verdad, esa transparencia es cercanía. Todo eso está contenido en la arquitectura. Hoy la bóveda está desactivada, porque hoy el dinero es mucho más electrónico que físico, pero ese concepto de la transparencia sigue más potente que nunca. Y tanto Horacio como Mauricio Macri, en el gobierno nacional, tienen en la transparencia un concepto absolutamente central.
El tercer símbolo que quiero remarcar es el de la arquitectura de los años ‘60, y en el siguiente sentido. Acá no hubo ninguna decisión estratégica que tomar, esto había que corregirlo, esto había que restaurarlo. Y había habido muchos proyectos para hacer esto en el Ciudad, pero ningún proyecto había partido del respeto de esa arquitectura de los años ‘60. Cuando nosotros abordamos este proyecto le dijimos a los arquitectos que nosotros queríamos respetar esa conceptualización que habían hecho en los años ‘60. Partimos de un respeto muy profundo por esa obra arquitectónica que se había hecho. Creo que por eso esta vez se pudo hacer y antes no se había podido hacer. Eso también es un símbolo. El símbolo de una sociedad que no viene a refundar sino que viene a respetar y que piensa que hay valor en todas las cosas. A veces la arquitectura de los años ’60 no se entiende todavía bien como algo que hay que preservar. Entonces el concepto del respeto de tu historia, el respeto de las visiones de otro momento, también es un aspecto absolutamente central de nuestro credo y creo que así se encaró esta obra.
Y para terminar el último punto, la verdad, es que lo que había acá era un momento de la Argentina de ‘lo atamo’ con alambre’. Porque se había generado una sucursal que había empezado con ese concepto de la transparencia pero que después había sufrido un sinnúmero de parches. A veces no solo por el propio funcionamiento de la sucursal, sino también por temas regulatorios, por ejemplo que el Central luego no autorizó que la plata esté a la vista de la gente. Pero fuere como fuere, acá se encaró el desafío de hacer las cosas en serio. Hacer las cosas para que duren durante 20 o 30 años. De decir, vamos a hacerlas bien de sacar todos los parches. Y volver a la esencia y hacer las cosas en serio.
Entonces me parece que tenemos estos símbolos: el concepto de transparencia, el concepto del respeto de lo viejo y esta idea de hacer las cosas en serio, todos símbolos de la Argentina que queremos. Se simbolizan en esto. Y por eso la alegría muy profunda y particular que creo que vivimos cada uno de nosotros y sobre todo ustedes, que además van a poder disfrutar de esta sede todos los días.
Muchas gracias.
El presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, habló en el acto de reinauguración de la Casa Matriz del Banco Ciudad
18 de agosto de 2016