Invitamos a leer la nueva nota de Ideas de Peso, el espacio en el que los economistas que trabajan en el BCRA comparten su opinión:
Con cierta frecuencia la prensa especializada se detiene a analizar la dinámica que presentan las LEBAC, tratando de evaluar su sostenibilidad. Para ello, en algunas oportunidades se las presenta en relación a la Base Monetaria. Creemos que hay otras formas más interesantes de verlo y, en particular, proponemos hacerlo en relación con las reservas internacionales.
En realidad, además de las LEBAC, el BCRA tiene otros pasivos remunerados con los que complementa su esfuerzo de esterilización de los excedentes monetarios. Son básicamente otros tres: los pases pasivos, hace unos años también había NOBAC y, desde enero de 2018, también las LELIQ1. Por ello, al momento de evaluar su dinámica en el tiempo, es conveniente analizar el comportamiento de todos estos pasivos remunerados de manera conjunta ya que, en determinadas oportunidades, por una cuestión de conveniencia de tasas de interés o una preferencia por un plazo determinado, los bancos sustituyen un instrumento por otro, como ocurrió a principios de 2017 cuando volcaron hacia pases una parte importante de sus tenencias de LEBAC. No obstante, hecha esta aclaración, por simplicidad diremos LEBAC cuando en realidad nos referiremos a los pasivos remunerados del BCRA (LEBAC, NOBAC, LELIQ y Pases).
Habitualmente las LEBAC son cotejadas con la Base Monetaria. La Base Monetaria constituye un pasivo monetario del banco central y no es remunerado. Es el dinero de alta potencia que el banco central emite y los bancos multiplican, vía la creación secundaria de dinero.
19 de febrero de 2018