Federico Sturzenegger compartió el panel “El Estado de Derecho” hoy miércoles 14 de septiembre con Gabriela Michetti, Vicepresidenta y Presidenta del Senado (Argentina); Ricardo Lorenzetti, Presidente de la Corte Suprema de Justicia (Argentina); Emilio Monzó, Presidente de la Cámara de Diputados (Argentina) y Jorge Familiar, Vicepresidente, América Latina y el Caribe (Banco Mundial).
El Foro de Inversión y Negocios de Argentina se desarrolla del 12 al 15 de septiembre en el Centro Cultural Kirchner.
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Se transcribe aquí la intervención de Federico Sturzenegger:
Moderador: Presidente, ¿está actuando en estos momentos el Banco Central como ese órgano garante del funcionamiento del sistema bancario, del sistema monetario, que es un elemento insustituible para la competitividad y la transparencia del país?
Federico Sturzenegger: Gracias, un placer estar acá con todos ustedes. Bueno, la independencia del BCRA que es una cosa tan importante, que ya se ha entendido en todos los países del mundo como un elemento central para tener una macroeconomía estable, pero no estamos acostumbrados en la Argentina a eso. De hecho, cuando el BCRA de alguna manera establece una posición por ahí distinta al Ejecutivo se confunde la sociedad, se interpreta como algo negativo cuando yo creo que es una señal tremendamente positiva esa independencia. Por eso vale la pena remarcar e insistir por qué es tan importante la independencia del BCRA. El Banco Central, su objetivo fundamental, es preservar el valor de la moneda, creo que incluso lo dijo el Presidente ayer. Para preservar el valor de la moneda tiene que coordinar las expectativas de los agentes en una economía sin inflación. De hecho en Argentina lo estamos haciendo de una manera bastante interesante que es sin usar el tipo de cambio como herramienta para fijar las expectativas. Es decir, la expectativa de inflación se va a coordinar a la baja sobre la base de la credibilidad del propio Banco Central.
Entonces para que esa credibilidad se asienta, tiene que estar la independencia del Banco Central. Porque, por ejemplo, para ser muy concretos, una discusión que se tiene en la Argentina, el año que viene es un año electoral, si el BCRA no fuera independiente podría ser sujeto a un incentivo para hacer algo porque es año electoral, pero si el Banco Central fuera sujeto a adecuarse a esos objetivos entonces no podría generar una expectativa de inflación en baja.
Nosotros lo discutimos mucho con quien en ese momento era candidato a presidente y hoy es presidente de la Nación desde el año pasado. ¿Cómo construimos la independencia del BCRA? Debo decir que Mauricio Macri decía “bueno, mandamos una ley al congreso. La primera ley que mandamos al congreso para la independencia del Banco Central”. Yo le dije, “vamos a probarlo de otra manera, vamos a intentar otra cosa”, porque la Argentina tiene muchas experiencias de intentar cambiar la realidad cambiando una ley y después la realidad no se condice con el aparato legal y consecuentemente lleva a un problema. Entonces le dije “vamos a ser independientes sin cambiar la ley, vamos a demostrar que podemos ser prolijos y trabajar con independencia en el BCRA sin la necesidad de esas muletas o ese marco institucional”. Y cuando le probemos a la sociedad argentina que conviene tener una inflación baja, que se puede tener una inflación baja, será el momento donde la sociedad habrá madurado, entonces se podrá hacer el cambio institucional. Es el modelo que siguió Inglaterra hace unos 30 años cuando el Banco de Inglaterra tenía altos niveles de inflación, se construyó la credibilidad del Banco de Inglaterra a través de sus acciones. Después, cuando Inglaterra bajó su tasa de inflación, el propio Tony Blair cuando hubo un recambio político que dijo “bueno, ahora si vamos a segmentar el marco institucional de la independencia del BCRA”.
Con lo cual yo creo que este es un tema absolutamente central. Estamos trabajando exactamente en esa sintonía, con esa visión de mayor largo plazo. Los resultados están bastante a la vista. Si uno mira las tasas de inflación que Argentina ha tenido en los últimos 9 meses, 6% en abril, obviamente había que acomodar precios relativos, después de una década donde esos precios se habían mantenido de alguna manera congelada. 4% en mayo, 3% en junio, 2% en julio y 1% en agosto. Digo 1% y no digo deflación porque hay que analizar el aumento de tarifas que probablemente vuelva a darse vuelta en algunos meses, pero 6, 4, 3, 2, 1. Y yo creo que el riesgo más grande que tenemos hoy en Argentina con respecto a este tema es la complacencia. Un 1% de inflación mensual no le sirve a la Argentina. Es un número todavía altísimo. Este es el lugar donde los países empezaron su batalla contra la inflación. La Argentina se merece y tiene el derecho a tener una inflación de un país normal y los países que lo han logrado han tenido procesos de crecimiento fabulosos y fantásticos, por eso ese es nuestro compromiso en este momento y nuestro entendimiento que este es un aporte fundamental.
Termino con una referencia, vengo en este momento de la reunión de Gobernadores de bancos centrales en Basilea y estaba hablando con Karnit Flug, que es la presidenta del Banco Central de Israel. Israel tiene una meta de inflación del 2% anual y en este momento tiene el problema de alcanzar esa meta de 2% anual, porque están en 0 y hace 3 o 4 años que no pueden llegar al 2 y salir del 0. Me decía ella “Pensar que Israel tuvo tasas de inflación del 400% hace 10 o 15 años. Si a mí hace 10-15 años me hubieran dicho que el problema del Banco Central de Israel iba a ser que no iba a poder llegar al 2 porque iba a estar en 0 no lo hubiera creído, pero ocurrió” me dice, y yo lo creo para la Argentina.
Muchas gracias.
14 de septiembre 2016