Impulsado y coordinado por el BCRA, este programa tiene como aliados estratégicos al Ministerio de Educación de la Nación y la Dirección General de Escuelas de Mendoza. Su principal objetivo es la promoción de la alfabetización e inclusión financiera de jóvenes desarrollando estrategias para construir su seguridad económica en una cultura de ahorro.
También busca evaluar el impacto de las acciones de educación financiera para contribuir al diseño de políticas públicas eficientes.
Hasta hoy, se trabajó en dos pruebas piloto a pequeña escala que permitan corregir desvíos antes de tomar medidas a nivel nacional e involucrar un mayor volumen de recursos en esas acciones. La primera prueba tuvo dos etapas (noviembre de 2016 y abril-mayo de 2017) y contó con la colaboración del Banco de la Nación Argentina. La segunda se realizó en octubre y noviembre de 2017 y contó con el apoyo de 6 entidades financieras.
Primera etapa (noviembre de 2016) | Se llegó a 1.260 alumnos y 112 familiares de 13 escuelas de Mendoza capital y Gran Mendoza (Las Heras, Godoy Cruz, Guaymallén y Maipú).
Segunda etapa (abril-mayo de 2017) | Se sumaron 3.318 alumnos y 80 familiares. También se realizó el seguimiento de los participantes en 2016 y se sumaron nuevos alumnos de las 13 escuelas y 6 establecimientos educativos más del interior de Mendoza.
En una primera instancia, se dividieron aleatoriamente las escuelas relevadas en tres grupos:
1. A uno de ellos se le brindó una capacitación relativamente breve sobre qué eran las cajas de ahorro y las cuentas en UVAs y UVIs para menores,
2. Al segundo grupo se le brindó un taller de capacitación más extenso donde también se abordaron cuestiones relativas a la importancia del ahorro y la bancarización,
3. Al tercer grupo (“grupo de control”) no se le brindó ningún tipo de taller informativo, para contrastar qué hubiese pasado en esa población en el contrafáctico de no haber brindado ningún taller adicional.
En todos los grupos, antes de los talleres, se realizó una encuesta recabándose 3.318 respuestas, de las que se destaca que:
El 78% de los adolescentes contestó que les gustaría ahorrar en un banco
En las zonas con menor infraestructura bancaria (rurales o periféricas) esa proporción sube al 87% de los jóvenes.
La mayoría (3 de cada 4 alumnos) responde que le gustaría ahorrar en un banco principalmente porque los ayudaría a no gastar tan fácilmente su dinero , es decir ven este ahorro como una forma de controlar los impulsos del consumo, o bien porque les brindaría una mayor seguridad.
Los principales objetivos de ahorro para los jóvenes son:
la vivienda (26%)
la financiación de su educación (25%)
la compra de indumentaria (13%).
Es destacable que en el ámbito rural los estudios educativos se transforman en la principal meta de ahorro de los jóvenes alcanzando el 33%.
En la segunda prueba piloto se sumaron a las acciones de educación e inclusión financiera los bancos Credicoop, Galicia, Santander Río, Supervielle e Itaú, además del Banco de la Nación Argentina. Estas seis instituciones pusieron en marcha, junto al BCRA, diferentes metodologías de trabajo en las aulas que se dividieron en dos grandes grupos: tratamiento y control. Las escuelas fueron asignadas aleatoriamente a cada grupo:
La práctica de evaluación del impacto de las acciones del Estado contribuye a diseñar buenas políticas públicas. Hasta el momento, los grupos tratados tuvieron cuatro veces más aperturas de cuentas que el grupo no tratado (grupo de control). Así se logran buenos resultados a un bajo costo.
Por todo esto se seguirán perfeccionando y evaluando nuevas estrategias junto a diferentes bancos comerciales para optimizar las acciones de educación e inclusión financiera a fin de poder extender el programa “Aprendiendo a Ahorrar” a todo el país.
Más información
Nota en el Blog Ideas de Peso | Ahorrar desde pequeños no significa pequeño ahorro
Discurso | Federico Sturzenegger en las XII Jornadas Nacionales del Sector Público