Informe de Política Monetaria (IPOM), agosto de 2021

Esta publicación trimestral tiene como objetivo analizar la coyuntura económica nacional e internacional, evaluar la dinámica inflacionaria y sus perspectivas, y explicar de manera transparente las razones de las decisiones de la política monetaria.

• La actividad económica retomó el sendero de recuperación en junio, tras el freno observado durante abril y mayo por la llegada de la segunda ola de contagios de COVID-19. Para contener los efectos económicos y sociales de esta segunda ola, el Banco Central y el Gobierno Nacional focalizaron sus medidas de estímulo en los estratos sociales más vulnerables y en la asistencia a empresas de las jurisdicciones afectadas.

• La tasa de inflación mensual comenzó a desacelerarse gradualmente una vez que perdieron influencia los factores transitorios que aceleraron el ritmo de incremento de los precios. Entre ellos la suba del precio internacional de los alimentos y de los insumos clave de la producción, el dinamismo del precio de la carne y de ciertos bienes estacionales, y la recomposición de los márgenes durante la reactivación económica. Así, en julio se registró el nivel más bajo de inflación mensual desde septiembre de 2020.

• El BCRA cuenta con una posición robusta para enfrentar eventuales episodios de mayor volatilidad financiera, que en Argentina han coincidido típicamente con los períodos electorales. En los últimos 7 meses, la autoridad monetaria ha recompuesto sus stocks y perfeccionado la regulación cambiaria, incrementando su poder de fuego para preservar la estabilidad cambiaria.

• Con un déficit fiscal más acotado y financiado en una mayor proporción por el mercado, la expansión primaria vinculada al sector público se ubicó en niveles similares a los de años previos, excluido el 2020. El principal factor de expansión de la base monetaria durante el primer semestre del año fue la compra de divisas del BCRA en el mercado de cambios.

• Luego de varios meses de contracción, hacia fines del segundo trimestre del año los medios de pago volvieron a expandirse en términos reales a partir de la recomposición de los salarios reales y las transferencias del sector público a los sectores vulnerables.

• La política crediticia continuó enfocada en los sectores más afectados por la pandemia principalmente a través de la Línea de Financiamiento a la Inversión Productiva (LFIP). Desde su implementación, y con datos al 31 de julio, los desembolsos acumulados mediante la LFIP totalizaron $801.000 millones. Así, el saldo de préstamos a MiPyMEs a precios constantes se mantiene por sobre el registro prepandemia, aunque con una caída en los últimos meses debido a la concentración de vencimientos de las líneas otorgadas al inicio de la pandemia.

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Lunes 23 de agosto de 2021.

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